Salida: 12:00
Llegada: 17:00
Acumulado: 4321Km
Lo que hacéis buscando al Tato Raqueleta, María, Mary, Xavi, Jorge... es un chiste comparado con Adolfo cuando se pone en busca de algo.
Hacía ya mucho tiempo que no le veía tan preocupado. El tío lleva tres días con solo una preocupación en la cabeza: conseguir una bombona válida para su hornillo.
Y eso que esta mañana parecía mas relajado que otros días. Bueno relajado o escarallado, porque de tanta tralla y cafeína que se ha metido en Grecia su cuerpo ha dicho basta.
Salimos a dos por hora. Tranquilitos. Relajaditos. Suavecitos. Pero con una obsesión: la puta bombona.
Bueno por bombonas que no sea. En todas las ciudades que encontramos nos ofrecen veinticinco mil tipos de bombonas. Pero claro, la nuestra tiene una rosca especial. Ni grande, ni pequeña, ni roja, ni verde, ni alta, ni baja. "La rosqué, la rosqué, espesial", como dice Adolfo.
Esta me la he sacado de internet pero si alguien ve una que grite ¡ADOLFOOO! |
Desde que nos fulminamos el último recambio en Montenegro el Adolfo tiene que andar a bocatas por las noches. Y eso le jode.
¿Dónde quedaron aquellos macarrones con todo que tanto le han nutrido al niño?
Hoy por ejemplo en una especie de ferretería nos ofrecieron seis tipos. Pero ninguna tiene la rosca oportuna. Después un tipo más enrollado que un perro con tres cojones nos ofreció comprar un hornillo nuevo, que se adaptara a la bombona griega. Pero nada, el Adolfo es más agarrado que una vieja en autobús y ha dicho que "nanai...".
Después de cinco pueblos y treinta kilómetros urbanos de tienda en tienda hoy volverá a dormir sin gas.
Como veo que el tema de las bombonas preocupa enormemente al chaval le he propuesto que funde algo así como una asociación con el nombre de "Bombonas sin fronteras". Yo creo que tendría un éxito enorme. Podríamos mandar a todos los tipos desesperadiños como él la bombona con la rosca deseada. Evitaría suicidios. O asesinatos.
Adolfo está a punto de cometer uno. Como no encuentre mañana la puta bombona no sé que va a pasar. Ahora mismo tiene más peligro que Rambo en un restaurante vietnamita.
Al final nos hemos quedado en Asprovalta, un pueblecito con un camping estupendo, una playa cojonuda y sin bombonas. ¡La madre del cordero!
A ver si con la playa se olvida un poco de la bombona... |
Salen treinta kilómetros pero hemos hecho muchos más.
Al menos hoy cenará caliente. No será lo único calentito hoy. A mí me tiene frita. ¡TRES DÍAS CON CERO EN MANTENIMIENTO!
Y todo por una puta bombona.
Mañana más gas.... verás...
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ResponderEliminarSi te animas, cuando llegues a China puedes tirar un poquito más y cuadrar el círculo: http://m.bbc.co.uk/mundo/video_fotos/2014/07/140710_galeria_fotos_kumano_camino_japon_lav
ResponderEliminarAnimo, Adolfiño
Vosotros me quereis matar....
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