Salida: 11:30
Llegada: 15:30
Acumulado: 1912Km
Qué, ¿Os ha sorprendido el título, eehh...? Pues sí señoras, polvete en la costa Sur Mediterránea francesa, que más que animarnos terminó por debilitarnos por completo.
Y es que por su culpa la etapa se hizo insoportable. Con deciros que teníamos pensado llegar a Mónaco y nos quedamos a mitad de camino, ya os digo todo.!Que debilidad chico!.
¿Dónde está Tato? Aquí os hemos sorprendido, ¿verdad? La última ganadora Raquel, la megacampeona. |
Pero ojo amigos, que no es lo mismo “marioneta, qué que Mario te la meta”, así que no confundáis “polvete en la Riviera” con "un polvo en la Riviera”. Más quisiera él. No os preocupéis, que Adolfo moja menos que el Papa. El único polvo que cató hoy fue el del Sahara que trajeron los vientos del sur. Los soplos sureños arrastraron una bolsa de calor que terminó por derretir estas costas. Y a nosotros con ellas.
¡Que caloraína, madre mía! Hace más calor que arreglando estufas. Tengo las gomas derretiditas en la carretera. Vamos, que pones un huevo frito en el asfalto y lo fríes.Y además, este polvo saharaui se te me mete en las articulaciones mecánicas y te lo reseca todo.
La culpa de fondo la tiene el tío “jodio”, que es más vago que la chaquetilla de un guardia, y se levanta a las mil quinientas. Cuando salimos pegaba ya un calorazo que alucinas.
Y nos pesó desde el principio. Adolfo iba más lento que un caracol con asma y la luz de emergencia se encendió enseguida. Al ritmo que íbamos no llegábamos a Mónaco “ni pa Dios”.
¿Qué, vemos el polvete? |
Yo tampoco iba muy fina la verdad, más dilatada que una ballena en un parto, pero es que lo de Adolfo era lamentable. Se me tambaleaba de un lado al otro. Paraba. Bebía (hasta que se nos agotó el agua), se montaba otra vez a hacer que daba pedales. Cinco minutos y comenzaba a tambalearse y vuelta a parar. Así tres horas y veinte kilómetros.
Las carreteritas son de traca. |
Fue el momento de dejar este suicidio parrillero y tomar la decisión más vital desde que empezamos el viaje. Tirarnos a la playa y finiquitar la etapa.
Así fue. Bajamos unos kilometricos hasta una cala cerca de Agay que hizo del resto del día una delicia.
Allí pasamos la tarde. Adolfo se comió medio kilo de macarrones y a mí por fin me cambió las zapatas, que con el calor de hoy recibieron su correspondiente réquiem.
Ahora el chaval ya duerme. Suerte que había una fuente por aquí cerca que sino lo veo bebiendo agua de mar (para que suba su locura aún más, no te digo). Así dormidito da gusto verlo. Yo creo que está soñando con entrar mañana en Mónaco, liarse con la Estefanía y volverse a Vigo en un Jet privado. Tiene toda la pinta.
En fin eso ha de ser mañana, que por hoy llegó bien… ¡na shledanou zítra!
Adolfo recuerda que quiero una foto de laBabieca con un Ferrari en Mónaco. Joeer anda que no logozas tú de playa en playa... Dolce Vita la tua porca miseria la mía.
ResponderEliminarEl tato está practicando escalada, con una técnica muy superior a la de su dueño, en el muro derecho del tunel en la parte media-inferior de la foto. Sigue palante macho que no daba yo un duro pero ya te veo comiendo rollitos de primavera en Pekín
Adolfito, ya hace tiempo que no te topas con unos vascos para tomar unas cervecitas. Cómo llevas lo de entenderte con esas gentes? Ya hablas solo?
ResponderEliminarAnimo Mona. Te quermos
Jorge C.
Hablo conmigo y lo que es peor me respondo a mi mismo lo bueno es que. Como no me caigo bien la conversación dura poco. Un abrazo mona
Eliminar...pues debes entenderte bien que de momento no has sufrido males mayores...ufff y yo todos estos años perdidos estudiando idiomas...si es que tendría que haberme dedicado a aprender a ir de cañas.....
ResponderEliminarBuenas tardes noches, Adolfillo y Babieca!
ResponderEliminarQué envidia que me dais con esas super playas de la Mediterranée... Yo creo que bien lavadito no lo tendrías tan difícil para un polvete de los otros... Con lo guapo y morenazo que te estás poniendo... Lo que pasa es que esta Babieca es un poco celosa, la verdad...
Llevo días intentando mandarte mensajes desde una tablet nueva que me regalaron, hasta Héctor te había escrito un mini-mensaje. Creo que era "Qué tal tus felices vacaciones?". Pero algo falla con estas nuevas tecnologías que los comentarios no se publicaban. Así que he vuelto al "tradicional" PC de toda la vida...
Un biquiño,
Esther
A mi me vas a hablar de las dichosas tecnologías. Ando loco con esta leche de twlefono . te prometo que aun no se como carallo se cuelgan las llamadas. Dale a los niños un besazo
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