DIA 15: ORO PARECE PLÁTANO ES

Etapa 14: Puente de la Reina – Puente de la Reina 125 Km

Salida: 08:30

Llegada: 16:30

Acumulado: 956 Km

Las apariencias engañan, el título también… así que a leer el post hasta el final para enterarse bien.

¿Dónde está puente de la Reina?

Pues sí, habéis leído bien, hoy como dos imbéciles haciendo una etapa en círculo, acabamos con nuestros hierros de nuevo en Puente de la Reina

Miiiimmma!125 kilómetros para acabar de nuevo en las manos de la Reina madre. Tiene miga ehh…

¿Dónde está Tato?
Ya salió del Hospital, je, je.

Nuestra voluntad sin embargo era llegar hoy hasta Jaca, pero las vicisitudes de la ruta dictaminaron otro destino.

Salimos como furias, el descanso de ayer se notó en nuestros cuerpos y hierros y los primeros kilómetros fueron a velocidad de vértigo. Adolfo hoy tenía más patas que una fábrica de jamones y como un torpedo pasamos Pamplona en dirección a los montes aragoneses.

Nuestro primer destino era el embalse de Yesa, un pantano precioso enclavado al sur del Pirineo aragonés.

Pero tate, primer problema: nada más llegar a la carretera que circunvala al embalse nos encontramos con unas obras y unos obreros de lo más obtusos diciéndonos que por allí no se pasaba.

Tan contentos por ver el agua prometida y zaca...media vuelta, que por aquí no pasa ni Dios.

Tengo que deciros que mi buen amigo Adolfo es un encantador de serpientes y con una gran perspicacia y sus dotes dialogantes procuró el cambio de opinión de nuestros trabajadores del asfalto.

Lo que no sabía él es con la estirpe de hombres con los que estaba hablando. Los últimos e irreductibles guerreros del Reino Navarro, que coño, que por algo este país tuvo su propia monarquía durante varios siglos.

Adolfo que vendería arena en el desierto lo intentó todo con estos fenómenos pero lo único que consiguió fue verles los dientes afilados y una mano en dirección al sentido por el que nosotros habíamos llegado.

Total, media vuelta y rodeo al canto por una comarcal camino al monasterio de Leyre (un sitio precioso por otra parte y tras conocerlo celebramos que nos hubieran obligado a pasar por allí).

El monasterio de Leyre es un sitio de lo más recomendable. Está considerado como el panteón de los Reyes de Navarra.
Si es que yo creo que las obras las ponen a posta para hacernos pasar por aquí.

La carretera, tortuosa, nos alargó más de treinta kilómetros la ruta pero nos devolvió al embalse, eso sí, con dos horas más de asfalto encima y con temperaturas superiores a los 30 grados.

Jo que calorsito...

Adolfo que de tanto darle iba más quemado que el palo de un churrero decidió que era hora de darnos un descanso y echarnos un bañito. Bueno, bañito él porque de mi ni se acordó y me dejó zapateada en una esquina. Se creerá tarzán.  A veces el tío es más apestoso que  una infusión de pan rallado.

No me digáis que no merece la pena la visita...

Al rato se acordó de mí y me recolocó un poquito el manillar que miraba para Castilla. Eso, una revisión en las alforjas y a darle millas chavales, que hay que llegar a Jaca.

Pero Adolfo, que ya estaba  más caliente que Michael Jackson en un orfanato, decidió que el primer pueblo que encontrásemos sería nuestro destino por hoy.

Y …  ¡oh, sorpresa!  “ete” aquí que nuestro destino de hoy resulto ser… Puente de la Reina de Jaca.

Jo, la leche. Qué casualidad, tanto darle para llegar a un pueblo cuyo nombre es idéntico al que salimos. Casualidades preciosas verdad.

Es lo que tiene viajar, que le depara a uno este tipo de sorpresas.

Ahora ya estamos de cena, que hoy el día se hizo duro. Poco más aguantaremos. Porque yo desde luego estoy rendida, con tanto ir y venir. Hoy hemos hecho record de kilómetros. Pero ha sido divertido.

Osti macho acaba pronto, que me está dando un apretón.

A ver qué pasa mañana. Pero eso es ya otro día… ¡un autre jour…!