DIA 17: PIRINEOS O EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

Etapa 16: Sabiñánigo-Parq Natural de la Vallée  d´Ossau 85 Km
Salida: 11:30 
Llegada: 17:30
Acumulado: 1081 Km

Compañeras y compañeros de aventuras, han tenido que pasar casi diecisiete días para poder dormir una noche en paz. ¡Aleluya! Y es que esta noche hemos descansado, muy a gustito, en casa de Ali y su familia.
Al fin un día sin estar apretujada con otras bicicletas, rueda con rueda, cuadro con cuadro, aguantando todas sus manías. Que si una cambia los piñones por la noche entre sueños (se debe creer que sube el Tourmalet), que si la otra no para de tocar el timbre (¡afrancesada! eso solo lo llevan bicicletas como la de Edu) o la que no para de apoyar su manillar en el mío buscando cariño.

Esto es lo que me tenían que poner a mí por aguantar al Adolfo...un monumento. Si es que estos de Sabiñánigo saben.
Por cierto ¿Dónde está Tato?
Ganador del molusco de ayer Xavi E.

A Adolfo también le ha ido muy bien en su primera noche en solitario, sin compartir cama  con coreanos, ronquidos y ruidillos sexuales en el baño. Diez horas de sueño ininterrumpido y un baño más limpio que el de su casa. Estamos de excepción.
Por un momento nos asaltaron las dudas de si quedarnos unos días a reponer fuerzas, o si continuar nuestra arriesgada marcha. La aventura es la aventura y el deber nos llama. Continuamos.

No sé si celarme de Ali y su familia. Estas últimas horas el pringao no me ha hecho ni caso.

Salimos a una hora preciosa, las once de la mañana, después de que Adolfo se pegara un desayuno de campeones y yo me tomara un buen baño de sol antes de la etapa reina.
Y digo bien, etapa reina, porque la de hoy era la etapa  señalada en el calendario, tanto por su dureza como por su hermosura. No nos ha decepcionado. Y he de deciros que ha sido más reina en lo de belleza que en lo de dureza (sin desmerecer las rampas del 12% y 15% del pico Pourtalet), porque ¡madre mía! que preciosidad son los Pirineos. Increíble.  He ido flipando todo el recorrido. Es tal cual como me lo habia contado mi buena amiga Fani.

Es que mirad que paisaje, es alucinante.

 Y Adolfo. Lo de Adolfo es mención aparte. Parecía un niño. Como disfrutó. Se quedó tan bizco que las lágrimas le corrían por la espalda. Emocionadito iba el chaval. Íbamos lentos, pero no por la dureza (que también), sino que por disfrutar del paisaje.

Quería posar Adolfo, pero le dije que estropeaba la foto.

Lo malo era el frío, que ya sabéis, con la altura rechinan los hierros.
 Más  altura, más bonito, más frío, más altura, más bonito, más frío… Se estaba poniendo la cosa más fresquita que pasear en bañador por la Antártida, así que decidimos hacer una paradita para tomar un chocolatito y prepararnos para un maravilloso descenso de treinta kilómetros al otro lado de la frontera.

Es que allí arriba hace freessquísimo.

¡BIENVENUE EN FRANCE! ¡OLALÁ!

Francia nos recibió con frío y agua, mucha agua.

¡Impresionante! ¡Qué valles! ¡Qué paisajes! … ¡Que hambre coño!
Paradita y a pedir un bocata, pero…atención, primeras palabras de Adolfo en Francés.

• Excuse moa, se tan posible un le petit  boucadillé a la francesé de pan de baguette, cunha coca cola, obrigado. 

Jo, que escándalo. Por fin unas risas, me las merecía. Lo que nos espera. Y es que el francés de Adolfo es más simple que los subtítulos de una peli porno.
Bueno, a partir de ahora las costumbres cambian. Va a tocar dormir al raso más que antes. Pero la verdad es que eso no nos importa.
Está bajada hacia el Parque Natural de la Vallée  d´Ossau nos ha devuelto la ilusión por la nocturnidad en el monte. Estos montes son para perderse en ellos.

¿Por aquí seguro que nos podemos echar a dormir?

La verdad es que no sabemos exactamente donde estamos. Pero eso que importa. Mañana será otro día, ¿no? Eso es maravilloso.
Pues eso, mañana más ... morgen til alle